Para el Día de la Familia os dejo una serie de Principios que ayudarán a mejorar la afectividad de los niños y las niñas construyendo relaciones sanas y sin violencia, que favorezcan la amistad, la solidaridad, el respeto y el amor, ayudándoles así en su crecimiento personal y para que mejoren en sus relaciones sociales...
EN CASA Y EN FAMILIA TRABAJAMOS EL BUEN TRATO.
1. DAR CUIDADO Y GUÍA APROPIADOS.
Para que un menor
pueda desarrollarse adecuadamente necesita cuidados físicos, afectivos,
pautas de comportamiento y normas que les hagan sentirse queridos,
protegidos y seguros. La negligencia en los cuidados parentales es una
manifestación de violencia contra el menor.
- La negligencia es una falta de responsabilidad parental que
ocasiona una omisión ante aquellas necesidades para su supervivencia y
que no son satisfechas temporal o permanente por los padres, cuidadores o
tutores. Comprende una vigilancia deficiente, descuido, privación de
alimentos, incumplimiento de tratamiento médico, impedimento a la
educación, entre otras.
2. CONOCER, PROTEGER Y DIALOGAR CON ELLOS/AS.
La crianza positiva
exige paciencia y esfuerzo de los cuidadores al menor, a partir de tres
premisas: conocer, proteger y dialogar. Conocer y entender a los niños y
las niñas, preocuparnos de cómo se sienten, qué piensan y cómo
reaccionan según su etapa de desarrollo.
- Los problemas se deben resolver de manera positiva: sin recurrir a castigos físicos, gritos, amenazas o insultos.
3. TENER UN VÍNCULO AFECTIVO ES DETERMINANTE.
Los vínculos
afectivos son lazos invisibles pero de gran intensidad emocional que se
crean entre el niño o la niña y sus padres o cuidadores, desde el
momento mismo del nacimiento. Definen la relación entre ambos y tienen
una influencia decisiva en el desarrollo de los niños y las niñas, en su
personalidad y su autoestima. Es ese vínculo el que proporciona al niño
o a la niña seguridad.
4. MOSTRAR ABIERTAMENTE EL AFECTO.
Los niños y las niñas
no dan por hecho que son queridos, necesitan verlo y sentirlo para
sentirse seguros. El abrazo es una forma en la que se pueden expresar
los afectos de amor, gratitud, empatía, cariño, comprensión, dolor,
etc., por lo tanto resulta ser
una
expresión muy completa de nuestro estado emocional sin importar a qué
etapa del desarrollo nos refiramos. Aunque el afecto también se
manifiesta mostrando interés por lo que los niños y las niñas sienten y
piensan, dedicándoles tiempo.
- Los niños y niñas a quienes se les muestra el afecto cotidianamentemediante un abrazo, desarrollan su autoestima e identidad de una manera saludable.
5. ES NECESARIO PONER REGLAS Y LÍMITES PARA DARLES SEGURIDAD.
Las normas y límites
son tan necesarias para el desarrollo emocional, cognitivo y social como
el afecto. El niño y la niña necesita un entorno predecible y saber qué
esperan de él o ella , les aporta seguridad. Las normas deben
ser claras, sencillas y estables, y servir para facilitar la
convivencia familiar y la vida en sociedad. Es necesario que se
acompañen de una explicación coherente, que el niño o la niña pueda
comprender: no vale el “porque lo digo yo”.
6. LOS NIÑOS Y LAS NIÑAS DEBEN PARTICIPAR EN EL PROCESO DE TOMAR DECISIONES Y SENTIRSE RESPONSABLES.
Si se implica a los
niños y las niñas en el establecimiento de las normas es más fácil que
las comprendan y acepten. Todos los miembros de la familia están más
motivados a la hora de cumplir las normas si estas han sido habladas y
consensuadas. Se pueden conseguir así decisiones más creativas y que
sean percibidas como justas. Los niños y las niñas desarrollan una buena
autoestima, confianza en sí mismos y sentido de la responsabilidad.
7. SE LES DEBE ENSEÑAR LAS CONSECUENCIAS DE SUS ACTOS.
Cuando los niños y
las niñas incumplen una norma o tienen una rabieta, no es porque sean
malos o quieran amargarnos la vida. Al igual que nos pasa muchas veces a
los adultos, a los niños y las niñas les cuesta controlar sus emociones
y tolerar la frustración.
- En este caso, pueden aplicarse sanciones que sirvan para que repare el daño causado o
para que entienda que lo que ha hecho no está bien y no debe volver a
hacerlo. Las sanciones deben ser proporcionadas y claras, y aplicarse rápidamente
y de manera firme, pero tranquila y respetuosa. Las sanciones tienen
que mantenerse, por eso deben ser proporcionadas, ser realistas y no
durar demasiado tiempo.
8. EL MALTRATO INFANTIL NO ES ADECUADO PARA EDUCAR.
¿Por qué? Porque el
niño o la niña aprenden que amor y violencia pueden ir de la mano, que
cuando alguien me molesta y soy más fuerte puedo ejercer mi poder sobre
otro para imponer mi voluntad.
- Cuando se pega a un niño o una niña o se le insulta por algo que ha
hecho mal se siente profundamente mal, indefenso y rechazado por sus
padres, estas emociones no le permiten recapacitar sobre el motivo por
el que se le castiga. La corrección sin violencia, acompañada de una
explicación clara, con ejemplos, alternativas y compromisos ayuda al
niño o la niña a interiorizar las normas y a respetarlas de manera
responsable.
9. RESUELVE LOS CONFLICTOS SIN VIOLENCIA.
Los conflictos dentro
de las relaciones afectivas pueden estrechar los lazos de esta unión si
se resuelven de manera pacífica. Solucionar problemas sin violencia o
agresividad física o verbal, exige un ejercicio de autocrítica, de
explorar nuestras motivaciones y de respeto al otro. Requiere desplegar
herramientas de comunicación y negociación, como:
- La escucha activa. Tratar de entender los que el otro/a quiere decirnos (aunque no compartamos su punto de vista)
- Ponerse en el lugar del otro/a: ¿Qué siente? mostrar empatía.
- No emplear actitudes agresivas como insultos, reproches, chantajes o amenazas. Extreman las posturas de las personas enfrentadas.
- Negociar salidas al problema, cediendo en algunas cosas y asumiendo compromisos.
10. PARA QUE LOS MENORES ESTÉN BIEN, LOS PADRES Y LAS MADRES TIENEN QUE ESTAR BIEN.
Las madres y los
padres deben enfrentarse diariamente a muchas situaciones y reaccionar
de manera inmediata, sin pararse a pensar. Algunas situaciones pueden
ser fuentes de preocupación... Es natural sentirse a veces desbordado, triste o frustrado,
pero es necesario evitar que este estado se generalice o se alargue en
el tiempo.
- Hay que buscar momentos de relajación y disfrute
personal que proporcionen descanso y fuerza para poder “tirar del
carro” de la familia. Así que ¡cuídate y quiérete tú también!